Seleccionar página

La forma en que usamos nuestra atención puede definir la vida que construimos. Parece una exageración, pero tanto la ciencia como la filosofía y el desarrollo personal coinciden en esto: tu atención crea tu realidad.
Y no es solo una frase bonita.

Hoy te invito a explorar dos ideas que cambian la forma en que percibimos el mundo: la paradoja del gato de Schrödinger y el sistema de activación reticular, un filtro cerebral que dirige tu atención. Cuando entiendes cómo funciona, te das cuenta del poder de tener un destino claro, de saber hacia dónde quieres ir.

El poder de la atención: la paradoja del gato de Schrödinger

Imagina un gato dentro de una caja. Según la famosa paradoja del físico Erwin Schrödinger, ese gato está, al mismo tiempo, vivo y muerto hasta que alguien abra la caja y observe. ¿Cómo puede algo estar en dos estados a la vez? La respuesta es simple: depende de la observación.

Esto significa que el enfoque que le damos a las cosas determina la realidad que experimentamos. Y eso tiene todo que ver con tu atención.

Cómo tu atención define tu vida emprendedora (y personal)

En nuestra vida, muchas veces estamos en ese estado doble: con potencial y parálisis a la vez, con ideas brillantes pero sin acción, deseando algo mientras nos saboteamos en silencio. Todo está «en la caja»… hasta que lo miramos con conciencia.

Ahí entra en juego un concepto poderoso: el sistema de activación reticular. Esta red neuronal del cerebro actúa como un filtro de atención. ¿Te ha pasado alguna vez que, cuando piensas en comprarte un coche rojo, empiezas a ver coches rojos por todas partes? No es que aparecieron de golpe: estaban ahí, pero ahora tu atención los detecta. Tu mente eligió observar.

William James lo dijo así: «La realidad es aquello a lo que le prestamos atención».
Porque lo que observamos, crece. Lo que ignoramos, se marchita.

Atender lo que importa: atención, propósito y enfoque

Cuando te enfocas en los problemas, estos crecen. Pero si te enfocas en las soluciones, empiezan a aparecer nuevas posibilidades. Si piensas todo el tiempo en lo que te falta, sentirás escasez. Pero si diriges tu atención a lo que sí tienes, cultivas abundancia.

Entonces, ¿cómo activar nuestra realidad más deseada?

Con una frase sencilla pero poderosa:

«Empieza con el final en mente».
Stephen R. Covey, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

Tener claro hacia dónde vas no solo te da dirección, también le da instrucciones claras a tu cerebro para que filtre, enfoque y actúe. Tu atención se convierte en guía. El propósito, como el destino del GPS, permite que el sistema cognitivo y emocional se orienten hacia lo que sí quieres crear.

Pero cuidado: no basta con desear. Las distracciones van a aparecer. Y las más peligrosas son las que te gustan. Las que disfrazan de productividad algo que, en el fondo, te aleja de tu camino.

Eligiendo tu foco cada día

Elegir cada día dónde vas a poner tu atención es un acto de poder. Un hábito. Un entrenamiento. Los pensamientos van a aparecer igual, como martillos que golpean sin parar. Pero tú puedes elegir cuáles nutrir y cuáles dejar pasar.

Enfócate en lo que sí eres. En lo que sí tienes. En lo que sí puedes.
En el primer paso, y en sostenerlo.

Recuerda: no eres lo que te pasa, sino lo que decides hacer con eso que te pasa.
Somos el resultado de nuestras decisiones, no de nuestras situaciones.

Y todo empieza con elegir mirar dentro de la caja.


¿Quieres entrenar tu atención?

¿Quieres ver posibilidades donde otros ven límites? ¿Sientes que es momento de accionar desde un propósito claro?

Entonces empieza por abrir la caja.
Porque tú también puedes ser el observador que transforma su realidad.

Si necesitas más herramientas de AUTOCONOCIMIENTO, pide tu PACK DE BIENVENIDA


RESUMEN Y CONCLUSIÓN

Dicen que la vida es como un jardín: crece lo que riegas.
Y tu atención… es ese riego diario.

Puedes quedarte mirando las hojas secas, las quejas, lo que falta.
O puedes girar la mirada y descubrir que, incluso ahí, hay algo que florece.

No se trata de negar lo que duele, sino de elegir en qué vas a enfocar tu fuerza.
Porque sí: los pensamientos van a estar. Van a martillar. Pero tu puedes elegir cuál vas a nutrir.

Que la gratitud sea el hábito.
Que el enfoque sea la herramienta.
Y que el propósito sea el norte.

Otro camino es posible.

No siempre vas a tener el control de lo que sucede.
Pero sí puedes elegir desde dónde lo mirás.

Y en esa elección, empieza a transformarse tu realidad..


Bibliografía:

Herramientas integradas en el programa Eres un Imán para el Dinero de Maïté Issa