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En este post veremos la importancia de la energía femenina y la energía masculina que todos tenemos y cómo cuidarla con recomendaciones que permiten llegar a un equilibrio. 

Sí. Una misma persona tiene ambas energías, nada tiene que ver con el género humano. Es decir, no se trata de creer que, porque yo soy mujer tengo energía femenina, no. Pensar así es erróneo.

Ciertamente, ambas energías habitan en nosotros y cada una contiene diferentes características que, bien distribuidas, generan un equilibrio.

Son fuerzas necesarias que generan acción y perfectamente complementarias. Puedes leer un poco más de estas fuerzas opuestas que podemos observar en todo lo que nos rodea y de la dualidad del ser humano en la nota “Soltar y recorrer NUESTRO camino”. Comparto el enlace por aquí.

En mi caso particular, puedo reconocer que tengo muchas características correspondientes a la energía masculina, que es útil para determinadas situaciones de la vida, por ejemplo, tener firmeza y dirección para emprender, pero es inútil para otras, donde se resuelven mejor con una energía femenina.

Veremos en detalle.

ENERGÍA FEMENINA
  • Apertura.
  • Visión 360.
  • Expresión de comunicación y emociones.
  • Modos suaves.
  • La protección / el cuidado.
  • El hogar.
  • Dulzura / Amorosidad / Cariño.
  • Receptividad.
  • Intuición.
  • Generosidad.

>>preparada genéticamente para abrir.

ENERGÍA MASCULINA
  • Enfoque Único / Practicidad.
  • Búsqueda del Objetivo.
  • Individualidad (del yo).
  • Fuerza / Potencia.
  • Organización / Estructura.
  • Virilidad / Dureza.
  • Lógica / La razón.
  • El valor.
  • La toma de decisiones.
  • La perseverancia.

>>preparada genéticamente para penetrar.

Gráficamente

Conocer estas características es sumamente importante en la vida. Yo no lo sabía hasta que unas discusiones con mi pareja me llevó a indagar y aprender a gestionar.

¿Porque digo esto?

Tanto en las actividades que llevamos a cabo, como en las relaciones o vínculos que tengamos, es importante identificar cuándo pesa mas una energía que la otra. 

Por ejemplo, en una conversación de pareja, si hay permanente desacuerdo, debemos preguntarnos: ¿qué energía está en mi? y, ¿qué energía emite el otro?. En mi caso, los problemas de pareja vienen cuando polarizamos demasiado nuestra energía masculina. De allí que las energías chocan, y es imposible complementar. 

En consecuencia, en esas situaciones, la sugerencia es tomar consciencia, respirar profundamente e integrar la energía que nos falta.

👉 Según la circunstancia, una energía será más necesaria que la otra. Sin embargo, que ambas estén en equilibrio nos permitirá vivir una vida más acorde con nuestra esencia (quiénes somos realmente).

¿Cómo cuidar nuestra energía?

Nuestra energía es sagrada y, a veces, la perdemos en el contacto con otro/s o en ciertos lugares o ciertas actividades. La pérdida de energía se manifiesta en cansancio y nos sentimos “agotados”.⁣

Por ésta razón, es necesario cuidarla. Ser más conscientes de nosotros y del contexto hará que podamos llegar más enteros al final del día. Asimismo, seremos más productivos y creativos a la hora de hacer foco en nuestra actividad laboral ✨🙌💕. 

Desde ahora, al levantarnos vale preguntarnos ¿Dónde está mi energía? y desde ahí que sea prioridad en el dia. Es decir, necesitamos estar atentos y revisar cada 90 minutos (idea de Robin Sharma). La intención y la constancia, son claves.

Con esta premisa, te doy algunas recomendaciones que a veces no se nos ocurre hacer por ciertas creencias, y que no se caerá el mundo por ello: 

  • Poner foco en los elementos que sí podemos controlar: lo que sentimos, pensamos y lo que hacemos. Guardar una coherencia o línea entre los tres.
  • Cancelar un «compromiso».
  • Escapar de la gente tóxica (personas quejosas, negativas, criticonas o con mal humor).
  • Dejar ir pensamientos y emociones inútiles.
  • Disfrutar del ocio y del descanso. 
  • Comunicar qué sentimos y qué necesitamos.
  • Vale estar en soledad (con nosotros mismos)
  • Errar o cambiar de opinión.
  • Evitar responder mensajes, mails, llamados.
  • Decir NO, poner límites que contribuyen con nuestro amor propio. 
  • Ocuparnos de nosotros mismos. Diseñar hábitos que sean importantes para nosotros y nos llenen de energía positiva (alimentación saludable, afirmaciones positivas, yoga, meditación, dar las gracias, tomar un vaso de agua caliente, etc.)

Te dejo aquí un post que hice acerca del equilibrio en la vida, mostrado con la Teoría del Trípode, que tiene 3 patas iguales, por si te resuena leer.

Y por aquí un post que realicé acerca de los LÍMITES, por si te resuena leer. Primero vemos el concepto de AMOR A UNO MISMO, para luego poder abordar los límites. Y sobretodo, entender que los límites es un acto de amor propio.

Otras formas de proponer equilibrio

Errores y aciertos

Los errores constituyen la oportunidad de aprendizaje más valiosa que tenemos. Y los aciertos…también!!

Cuando algo no nos gusta, nos genera duda, no nos convence, nos incomoda, no nos cierra, hay que forzar…Es por algo…escuchemos nuestro corazón ¿Qué nos dice?

La intuición es la guía, no es lo que nos dice la cabeza, porque, por lo general, boicotea.

En la intuición, encontraremos señales de sincronía que sorprende, que no son más que re-confirmaciones de ir por el camino correcto.

La receptividad, apertura y la mirada atenta son fundamentales!!!

👉 Porque no sólo tenemos que hacernos cargo de nuestros errores, sino también de nuestros aciertos! 😀

Dar y recibir

En las relaciones interpersonales, si siempre damos, pero bloqueamos recibir, o bien permitimos RECIBIR, pero nos cuesta DAR, estamos creando un desequilibrio energético. Como mencioné antes, este desequilibrio puede generar cansancio pero, adicionalmente, sensación de carencia, culpa o desvalorización.

👉 Es necesario, como en todo, generar un equilibrio.

Te propongo algunas reglas, que vienen de la mano de Brigitte Champetier de Ribes:

REGLAS DEL BUEN DAR
  • Sólo dar lo que tenemos.
  • Contemplar lo que el otro puede recibir.
  • Que sea proporcional a lo que el otro puede devolvernos.
  • Accionar desde el adulto, al otro adulto.
REGLAS DEL BUEN RECIBIR
  • Valorar lo que el otro me da, sabiendo que siempre será distinto de lo que hemos dado.
  • Agradecer, dando un poco más, para marcar nuestro reconocimiento, y un poco más cerca de las necesidades del otro.

¿Practicamos? 😉

Un Abrazo, Laura

Marketinera y fundadora de WOWness.-