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Las siete leyes espirituales del éxito” es el título del libro de Deepak Chopra, aunque también podría llamarse “Las siete leyes espirituales de la vida”. Pues, son los mismos principios que la naturaleza emplea para crear todo lo que existe en forma material, es decir, todo lo que podemos ver, oír, oler, degustar o tocar.

Nos hace ilusión poder acercarte este conocimiento, pero el verdadero motivo reside en que, cuando este conocimiento se incorpora en nuestra conciencia, tendremos la capacidad de crear una abundancia ilimitada sin esfuerzo alguno, y de experimentar el éxito en todo lo que nos propongamos. 

Y es aquí donde amerita reflexionar acerca de ¿qué es el éxito para mi?, pues no todos tenemos la misma vara para medir el éxito. 

Por definición en el diccionario, ÉXITO es algo que tiene una buena acogida, o bien, cuando hay un resultado feliz. Para algunas personas, el éxito en la vida podría ser cuando existe un crecimiento de la felicidad en forma continuada y se cumplen de forma progresiva las metas propuestas. Para otras, cuando uno tiene mucho dinero, o un puesto alto en una compañía. Otras podrían considerar que la auténtica riqueza reside en estar bien con uno mismo. También podemos creer que se alcanza el éxito cuando tenemos salud o libertad creativa o independencia económica…Asimismo, para otros, podría ser cuando los deseos se hacen realidad fácilmente. 

Como consecuencia, quizá hay tantas definiciones de éxito como seres humanos hay en este planeta, ¿no?.

Y acá, ponemos un freno para hacer hincapié en esto de “hacer realidad FÁCILMENTE”. En la sociedad, y en la mayoría de familias, pasar necesidades y la supervivencia han marcado una mentalidad de carencia y de «no merecer». Asimismo palabras como «sacrifico» o «es una lucha» tiene buena prensa. Por ende, en la conciencia colectiva, el éxito es percibido, incluyendo los modos de generar ingresos como algo que “se debe hacer con mucho esfuerzo”. 

Entonces, para tener un trabajo digno siempre fue con esfuerzo, o para recibirme de una carrera universitaria siempre fue con esfuerzo, para tener una pareja digna fue con esfuerzo…

En fin, ¡la lista es larga! Pero tiene que ser fácil, sino, no es. 

Tú, ¿qué concepto tienes de éxito? ¿crees que para lograr algo siempre debe hacerse con esfuerzo? 

Es importante que acerquemos estos conceptos de una forma mas espiritual, porque no es otra cosa que un flujo de energía. Necesitamos integrar, tanto el éxito como la felicidad y la riqueza, con esta práctica de Leyes Espirituales para poder sumergirnos en un fluir con la naturaleza, y así crear todo de una manera espontánea, con alegría y amor. 

¡Hacia allí vamos!

LA LEY DE LA POTENCIALIDAD PURA

El campo de la potencialidad pura es nuestro propio yo. Contrario al ego. 

Aquí actúa nuestra esencia, nuestros SER o conciencia pura, y no los objetos de nuestra experiencia. Es decir, se abren todas las posibilidades y la creatividad infinita, en vez de vivir influenciados por las cosas, personas y situaciones que son ajenas y nos rodean. Mirar qué hace el otro, necesitar su aprobación, controlar, necesidad de imagen o de poder, son algunos ejemplos cuando tenemos como referencia al objeto.

Cuando vivimos en conciencia pura existe magnetismo, magia, sincronía, y despierta un sentimiento de unidad con todas las cosas de la vida. Las situaciones empiezan a fluir, atraemos cosas que deseamos, atraemos personas que necesitamos, tenemos acceso a un conocimiento infinito.

Una forma de acceder a la potencialidad pura es por medio de la quietud interior, a través de la práctica del silencio, de la meditación, de no juzgar, o de pasar tiempo con la naturaleza.

LA LEY DEL DAR 

Se dice que todo lo que uno da, vuelve. Y así lo representa la Ley del Dar. 

El Universo opera un intercambio de manera armoniosa, no es algo estático, Sin embargo, la Ley de Dar se complementa con la Ley de Recibir.  

Para ello, siempre la intención debe estar orientada a crear felicidad para quien da y para quien recibe. Es decir, cuando el acto es incondicional y sale desde el corazón.

Entonces, una persona que da, debe estar abierta (y agradecida) también a recibir, y viceversa. De esta manera, se mantiene la riqueza y la afluencia* (abundancia o cualquier cosa que deseemos en la vida) circulando permanentemente. 

¿Cómo ponemos esta ley en movimiento?. Simplemente, aprendiendo a dar aquello que buscamos. Un ejercicio podría ser, cada vez que hago contacto con alguien, tomar la decisión de entregar algo (interés, atención, alegría, un abrazo, una flor, una palabra de aliento, un cumplido).

Recordar, mientras estemos dando, estaremos recibiendo.

LA LEY DEL «KARMA» O DE CAUSA Y EFECTO 

La tercera ley espiritual del éxito es la Ley del Karma. Y quizá la que más hemos escuchado.

El «karma» suele conocerse como causa y efecto. Esto significa que, la acción trae al mismo tiempo una consecuencia. Por esta razón, es necesario ser conscientes a la hora de tomar decisiones.

El termómetro para saber si las elecciones son las correctas es identificar si traerá felicidad o bienestar, para mí y para quienes me rodean. La práctica consiste en preguntar a tu corazón, primero, ¿Qué consecuencias son de optar este camino?, segundo, ¿Qué pasa si opto por esto?. Si tu cuerpo trae malestar, no es el camino correcto. 

Recuerda, nuestra paz, y por ende nuestra salud, vienen a través de tener equilibrio entre lo que sentimos, pensamos y hacemos.

LA LEY DEL MENOR ESFUERZO 

La cuarta ley espiritual del éxito es la Ley del Menor Esfuerzo. En India, es conocida como “economía de esfuerzo”, o “hacer menos para lograr más”. 

Es que, la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad, sin resistencia, sin esfuerzo, espontáneamente. Por ejemplo, las flores no hacen ningún esfuerzo por abrir, o el sol no hace ningún esfuerzo por brillar. Así sucede con nosotros. Es la naturaleza de los seres humanos, convertir todos sus sueños en realidad con facilidad, sin esfuerzo y sin desgaste de energías.

Tiene que ser fácil, sino, NO ES. Confiemos que, cuando el momento sea el indicado, nuestros deseos se cumplirán.

“El menor esfuerzo” tiene tres componentes:

  • ACEPTACIÓN: Aceptamos las cosas como son, no como quisiéramos que fueran, en este momento.  
  • RESPONSABILIDAD: Se trata de asumir la responsabilidad con una respuesta creativa. Cómo aprovechar las circunstancias para transformar “el problema” en algo mejor.  
  • ACTITUD NO DEFENSIVA: implica renunciar a siempre “tener la razón”. Busca deshacerse de la terrible carga, el desgaste de energía y las molestias que ocasionan la resistencia, la rigidez, el resentimiento y el rencor. 

Recordar, “Este momento es como debe ser». Sólo entonces nos sentiremos despreocupados, festivos, alegres y libres.

LA LEY DE LA INTENCIÓN

La quinta Ley Espiritual del éxito es la Ley de la Intención y el Deseo.

En toda intención y en todo deseo está inherente el mecanismo para su realización. Por lo tanto, si aprendemos a aprovechar el poder de la intención, podremos crear cualquier cosa que deseemos.  

Es cuestión de saber cuáles son nuestros deseas más queridos, poner el foco, entrar en momentos de silencio, o sea, cuando los pensamientos están en calma, soltar al Universo (es decir, sin apegos – ver Ley del Desapego -), y practicar la atención en el momento presente, sin intervención del pasado ni el futuro.

Si aceptamos el presente tal como es, podremos primero eliminar los obstáculos imaginarios que nuestra mente puede crear para disipar la concentración de nuestra atención, y luego, proyectar el futuro a través de nuestras intenciones y deseos más profundos y queridos. Tener en cuenta que la atención da energía.

Por lo tanto, cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida. Contrariamente, cualquier cosa a la cual dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá.

LA LEY DEL DESAPEGO 

La sexta Ley Espiritual del Éxito es la Ley del Desapego.  

Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo sino que se trata de renunciar al interés por el resultado.

Podemos conseguir cualquier cosa que deseemos a través del desapego, porque éste se basa en la confianza incuestionable en el poder del verdadero yo. El apego, en cambio, se basa en el temor y en la inseguridad. Y, la necesidad de sentir seguridad, emana del desconocimiento del verdadero yo. 

El desapego es sinónimo de la conciencia de la riqueza, porque con él nos adentramos en el campo de todas las posibilidades, la creatividad pura, la fluidez y la libertad. Sólo a partir de allí, podemos experimentar la alegría de vivir, y los símbolos de la riqueza aparecen espontáneamente y sin esfuerzo. 

Para afianzarnos en esta experiencia es necesario abrazar la sabiduría de la incertidumbre. Esto significa que la búsqueda de certeza, o de seguridad, es en realidad un apego a lo conocido. Y lo que conocemos no es más que algo del pasado. Y en el pasado, no hay evolución, sino más bien estancamiento, caos, desorden, decadencia.

Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una vil repetición de recuerdos gastados. Nos convertimos en víctimas del pasado, y nuestro torturador de hoy es el yo que ha quedado de ayer.

La Ley del Desapego propone encontrar las oportunidades detrás de los problemas, y que seamos curiosos a experimentar emoción, aventura y misterio en cada momento de nuestra vida. También la magia, la celebración, el júbilo y el regocijo de nuestro propio espíritu.

LA LEY DEL «DHARMA» O PROPÓSITO EN LA VIDA 

La séptima Ley Espiritual del Éxito es la Ley del “dharma” o propósito de vida.

Esta ley dice que nos hemos manifestado en forma física en esta vida para cumplir con un propósito. Es la meta última de todas las metas. Combina el don único o talento especial que todos tenemos con ponerlo al servicio de los demás. En ese estado, experimentamos el júbilo y el éxtasis de nuestro propio espíritu, crea riqueza y abundancia sin límites.

Por lo tanto, podemos describir tres (3) componentes:

  • Por medio de la meditación, buscamos nuestro verdadero yo, o el yo espiritual. 
  • Descubrir nuestros talentos únicos y gozar. Porque sólo allí entramos en una conciencia atemporal. 
  • Encontrar la manera de ayudar a la humanidad, ¿qué necesita? sin preocuparnos de ¿cómo gano?, pues eso llega indirectamente…

Para finalizar, un regalo. Dos (2) preguntas disparadoras para encontrar respuestas:

  • ¿Qué haría yo si no tuviera que preocuparme por el dinero y si a la vez dispusiera de todo el tiempo y el dinero del mundo? 
  • ¿Cuál es la mejor manera en que puedo servir a la humanidad?

Si deseas leer más acerca del propósito de vida, compartimos una nota que hicimos en nuestro blog: «Cómo descubrir y emprender nuestro propósito«

RESUMEN Y CONCLUSIÓN

Las siete leyes espirituales del éxito son principios poderosos que nos ayudarán a alcanzar el dominio de nosotros mismos. Si prestamos atención a estas leyes y las ponemos en práctica, veremos que podremos hacer realidad cualquier cosa que deseemos: toda la abundancia, todo el dinero y todo el éxito que deseemos. También veremos que nuestra vida se volverá más alegre y próspera en todo sentido, porque estas leyes también son las leyes espirituales de la vida, aquéllas que hacen que vivir tenga un sentido. 


Bibliografía:

Las 7 Leyes Espirituales del Éxito – Deepak Chopra.